REBOBINAR EL RELOJ DE LAS CÉLULAS DE LA PIEL HUMANA
Gill et al. Multi-omic rejuvenation of human cells by maturation phase transient reprogramming. eLife, abril de 2022.
Las células de nuestro cuerpo desempeñan sus funciones más lentamente y comienzan a funcionar mal a medida que envejecemos. Cuando las células de la piel envejecen, producen menos colágeno, lo que hace que se formen arrugas y que los cortes sean más lentos de curar. Los científicos han descubierto recientemente un secreto para conseguir una piel más joven. Una nueva técnica desarrollada para rejuvenecer las células de la piel puede hacer retroceder el reloj biológico de los pacientes casi 30 años. Este nuevo enfoque utiliza el revolucionario método científico utilizado para generar células madre, desarrollado originalmente por un científico galardonado con el premio Nobel llamado Yamanaka en 2007. El método molecular de Yamanaka borra esencialmente la identidad celular para convertir cualquier célula del cuerpo en una célula madre. Para este estudio, los investigadores utilizaron el enfoque molecular de Yamanaka durante un período más corto para rejuvenecer las células de la piel humana sin borrar la identidad de las células de la piel. El proceso de reprogramación de células madre de Yamanaka tarda unos 50 días en activarse mediante 4 factores de transcripción en las células somáticas. En este estudio, los científicos han seguido el mismo protocolo, pero sólo durante 13 días. Los científicos eligieron un tipo común de células de la piel llamado fibroblastos. Recogieron fibroblastos de tres donantes de edad avanzada (con una media de 50 años), aplicaron su paradigma de reprogramación molecular e investigaron sus cambios biológicos relacionados con la edad. Sorprendentemente, las células cutáneas rejuvenecidas de 50 años tenían el mismo aspecto químico y genético que las células cutáneas de 20 años recogidas de donantes más jóvenes. Además, cuando probaron la función de los fibroblastos rejuvenecidos en el ensayo de cicatrización de heridas, observaron que las células rejuvenecidas se comportaban de forma similar a las células más jóvenes, ya que se movían rápidamente y llenaban el vacío en la cicatrización de las heridas. Este trabajo tiene un gran potencial para la medicina regenerativa y podría utilizarse para reparar células y tejidos dañados en muchas enfermedades diferentes. El objetivo a largo plazo de la medicina regenerativa es ampliar la duración de la salud humana, más que la vida. La primera aplicación potencial de este enfoque podría ser el rejuvenecimiento de la piel de las personas mayores en las partes del cuerpo donde se han cortado o quemado.
SE ENCUENTRAN MICROPLÁSTICOS EN LA SANGRE HUMANA
Leslie et al. Discovery and quantification of plastic particle pollution in human blood. Environment International, mayo de 2022.
Cada año se arrojan al medio ambiente enormes cantidades de residuos plásticos. Se calcula que en 2016 se vertieron 188 millones de toneladas de plástico y que esta cifra se duplicará en los próximos 20 años hasta llegar a 380 millones de toneladas en 2040. Los fragmentos de plástico más pequeños que nunca pueden descomponerse del todo se llaman microplásticos. Se han encontrado en océanos, bosques, agua potable e incluso en las heces de bebés y adultos. Ahora, los científicos los han encontrado en la sangre humana. El nuevo estudio analizó las muestras de sangre de 22 personas y descubrió que 17 de ellas (el 77%) tenían microplásticos en la sangre. Los participantes tenían una media de 1,6 microgramos de polímeros de plástico en cada mililitro de sangre. Esa concentración de plástico equivale a una cucharadita de plástico en 10 bañeras grandes de agua. A la luz de estas cifras, los científicos estiman que una persona media ingiere aproximadamente 5 gramos de microplástico cada semana, lo que corresponde a la cantidad que contiene una tarjeta de crédito. El tereftalato de polietileno (PET), utilizado en botellas de agua y otros envases de alimentos y bebidas, fue el tipo de plástico más común encontrado en la sangre humana. El poliestireno, utilizado en envases como la espuma de poliestireno, fue el segundo tipo de plástico más común. Aunque el hallazgo de plástico en nuestra sangre es aterrador, en realidad no es tan sorprendente. Comemos, bebemos e incluso respiramos microplásticos todos los días. Todavía no está claro lo que esto significa para nuestra salud. Los estudios sobre las sustancias químicas comunes en los plásticos los han relacionado con un mayor riesgo de cáncer, fertilidad y problemas de desarrollo. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han centrado en moléculas individuales o aditivos como el BPA, en lugar de los polímeros de plástico. Se necesitan más investigaciones para saber qué complicaciones para la salud podrían producirse por estas exposiciones diarias al plástico.